Luis Suárez es sinónimo de fuerza, autosuperación y voluntad. En mayo del 2014, a través de una publicación en ESPN Magazine, muchos conocieron la dura infancia que vivió el delantero uruguayo, en la que se vio obligado a comenzar a trabajar desde pequeño para ayudar a su familia, la cual estaba compuesta por seis hermanos.
Hoy, el delantero del Barcelona puede estar orgulloso de llegar a donde llegó. Sin embargo, su niñez no sólo estuvo marcada por el trabajo prematuro como barrendero sino por otro episodio del que, según detalló su amigo Danilo Campos, recordarlo lo ayuda a motivarse.
El que supo ser compañero del “Pistolero” en el Ajax, reveló que más allá de trabajar para llevar dinero a su casa, Luis “era un niño peleador callejero”.
“Me dijo que nunca tuvo nada en su infancia, era muy pobre y era un niño peleador callejero. Incluso hacían apuestas en sus peleas. Confieso que eso me impresionó. La gente lo puso a pelear en la calle para ganar dinero”, detalló el mediocampista brasileño a ESPN.
“Me dijo que recordar esos momentos lo motivaba mucho. Me dijo que siempre pensó: ‘La primera oportunidad que tenga de jugar fútbol, que es mi sueño, lo haré lo mejor que pueda y no lo dejaré pasar’. Todo esto sirvió de motivación. ¡El tipo trabajo y mira dónde llegó!”, aseguró el actual jugador del Dinamo Minsk, equipo que continúa jugando en Bielorrusia pese a la pandemia que azota al mundo.
“Luis siempre me dijo que estaba muy orgulloso de haber pasado por todo esto, porque superó las dificultades que la vida le impuso. Es un ejemplo, un luchador que nunca se rinde”, consideró.
Sin embargo, Luis Suárez dejó ese triste mundillo de las peleas callejeras gracias a Sofía Balbi, su actual esposa y con quien comparte tres hijos. En ese entonces, ella le pidió que no abandonara sus estudios ni sus entrenamientos (Con el Nacional de Uruguay, en donde daba sus primeros pasos)
El pequeño de 16 años le hizo caso y se dedicó exclusivamente al fútbol. Pero el 2003 iba a ser un año duro para él ya que ella se iba a mudar con su familia a Barcelona. Desde allí, el uruguayo se prometió que iba a hacer todo lo posible para triunfar en el mundo del deporte y llegar a Europa para volver a encontrarse con ella.
La historia posterior es de público conocimiento, el joven de Salto llegó en 2006 a Holanda (F. C. Groningen), posteriormente pasó al Ajax en la temporada siguiente y se convirtió en un referente del equipo. En enero del 2011 el Liverpool pagó 26,5 millones de euros por él y su objetivo deportivo y personal estaba cada vez más cerca.
Hasta que finalmente y tras un gran paso por el club inglés, en julio de 2014 fue traspasado al Barcelona a cambio de 82 millones de euros.