Desde 1947 a 1991 se vivió la Guerra Fría, donde los Estados Unidos se enfrentó a la Unión Soviética. Durante esta guerra sucedió varios acontecimientos importantes, que marcaron un antes y un después para las empresas aeronáuticas. Uno de los hechos que marcaron historia fue el derribo del avión espía estadunidense U-2.
Desde ese momento las tropas norteamericanas tuvieron la necesidad de construir un avión que sea difícil de derribarlo, que este a salvo del fuego antiaéreo y lo más importante que sea más rápido que el avión enemigo.
El proyecto fue encargado a un grupo de ingenieros comandados por Clarence Kelly Johnson, quienes dieron vida al famoso Lockeheed SR-71 que tiempo después se lo conocería como Blackbird o el Habu.
Después de varias pruebas, los ingenieros descubrieron que por la gran velocidad que el avión se transportaba (3.200 km/h) muchas partes se derritan debido a las altas temperaturas, y para evitar esto optaron por pintar de color negro al avión y así nació el apodo que se lo conoce hasta el día de hoy “El Pájaro Negro´´ (BlackBird), logrando su primer vuelo oficial el 30 de abril de 1962. Desde entonces el BlackBird se convirtió en uno de los aviones favoritos en los Estados Unidos.
En 1976 el SR-71 estableció un record que hasta la actualidad se mantiene. Volar a una altitud de 85.069 pies y alcanzar una velocidad máxima de 3.529 Km/h desde Nueva York hasta Londres en 1 hora y 54 minutos, actualmente un vuelo comercial llega en 6 horas y 45 min.
El SR-71 fue utilizado por última vez en 1999 por La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y en la actualidad los Blackbirds que sobrevivieron se encuentran en varios museos de los Estados Unidos.