Una de las características que hacen de BMW una marca tan cotizada es su capacidad para transformar la conducción en experiencias que deslumbran. No solo cuando nos ponemos al frente de un sedán o un SUV de la marca alemana sino también cuando se trata de motocicletas.
Javier Ramos es el Director del Departamento de Diseño de nuestro medio y un apasionado del motociclismo. Él fue quien puso a prueba a la BMW F 850 GS y conoció de primera mano lo que este modelo podía hacer.
Cada detalle cuenta y mucho más si se trata de brindar experiencias de movilidad que distingan a cada marca. Su diseño es geométrico y elegante. “La llave de proximidad que funciona para encenderla, así como para abrir la tapa del tanque de gasolina, es un lujo. No solo te ahorra tiempo sino establece un lazo directo entre el hombre y la máquina”, afirma Javier.
La BMW F 850 GS es increíble para realizar viajes largos, incluso cuando se requiere pararse sobre los estribos la postura es cómoda y segura, especialmente cuando está activado el modo Enduro. “La pantalla TFT incorporada es fácil de usar y te brinda la información necesaria. Además, puedes sincronizar tu teléfono celular con la moto y acceder a tus contactos, música o mapas de navegación”. Pantalla que puede ser contralada a través del scroll del manubrio con un simple movimiento del pulgar.
La F 850 GS cuenta con cuatro modos de conducción (Rain, Road, Dynamic y Enduro) “que te permiten ajustar la moto para el tipo de ruta que vayas a hacer de modo automático” y mantenerte seguro en todo momento. El motor tiene una fuerza y velocidad de sobra y puede pasar cualquier bache o irregularidad sin problema alguno, gracias a su suspensión. “Simplemente es perfecta. Es totalmente estable a altas velocidades en autopista y se pueden tomar las curvas sin problema alguno. La moto responde bien, es maniobrable y ágil”.
“En días lluviosos la calefacción en la empuñadura y asiento es algo que agradecerán. Es otro lujo para viajar cómodo”, dijo Javo al recordar cómo se movilizaba confiadamente en la ciudad durante un día lluvioso de Quito.
¿La conclusión?
“Muy fácil de pilotar para motociclistas expertos o novatos. Un lujo para quienes amamos viajar sobre dos ruedas, sentir la libertad y recorrer el país.”.
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