En épocas lluviosas, sobre todo como las de Ecuador, es necesario tomar en cuenta algunas recomendaciones para conducir el auto con precaución. Si bien es cierto no siempre podemos ocasionar un accidente, sin embargo estamos rodeados de cientos de conductores de los cuales no nos podemos fiar.
Sigue estos consejos para mantenerte seguro al momento de conducir bajo la lluvia.
Los limpiaparabrisas, a punto
No solemos prestarles atención hasta que no los usamos. Y es entonces cuando nos regalan un chirrido diabólico que, además de ser increíblemente molesto, resulta peligroso. Las escobillas se desgastan, es normal, y pierden poco a poco su capacidad de dispersar el agua que impacta contra las lunas de tu coche. ¿Hace cuando que no revisas tus limpiaparabrisas?
También los neumáticos
Hay que garantizar la máxima adherencia al asfalto si queremos conducir en la lluvia. Si tus neumáticos no están en perfecto estado, perderán agarre y no desalojarán el agua que deben, así que no está de más echarles un vistazo estos días y no sólo de cara a los grandes viajes de verano o de Navidad.
En marcha, aumenta la distancia de seguridad
Porque la capacidad de frenada de tu coche será menor que si el asfalto estuviera seco que si quieres conducir en lluvia. Por eso, si quieres evitar darle un besito al coche de delante –o golpes mucho peores, si vas a gran velocidad–, mantén más espacio entre tu coche y que el llevas delante. Y, por supuesto, reduce la velocidad.
Conduce con despacio
Gran consejo. Nada de movimientos ni maniobras bruscas. Acelera con suavidad, frena también suavemente y coge el volante como si fuera de cristal. Procura ser un poco previsor, además, y tener en cuenta lo que van a hacer los coches que te rodean. Ya sabes: en muchas ocasiones, no todo está en tu mano. Presta también mucha atención a los adelantamientos; ante la falta de visibilidad, hazlos únicamente cuando estés seguro de que la maniobra no reviste ningún peligro.
Déjate ver
No sólo con las luces delanteras, sino activando también las luces antiniebla traseras si la tromba de agua es contundente. De esta forma, permitirás que el resto de conductores te sitúen en todo momento.
Evita los charcos
Nunca sabes lo que esconden. Quizá sean poco profundos y no revistan peligro, pero tal vez escondan alguna alcantarilla inesperada o sean lo suficientemente contundentes como para hacer que pierdas el control. Es el temido aquaplanning, frente al que tienes que responder con tranquilidad: mantén la dirección recta, no aceleres, reduce la velocidad sin llegar a frenar y tampoco hagas aspavientos hasta que el coche recupere su contacto con la carretera.