El año pasado Volkswagen lanzó la segunda generación de Tiguan, una SUV que se olvidó por completo de su pasado y evolucionó en todos los aspectos para convertirse en un vehículo más maduro y familiar.
Con estos cambios, lanza un nuevo modelo R-Line misma que toma como base a la versión Comfortline, las diferencias entre ambas son notables. El espíritu deportivo de esta versión se hace evidente desde el momento que la observamos de frente y nos encontramos con una nueva fasceta R-Line, emblema distintivo en la parrilla y faros LED, heredados de la versión Highline.
A los costados también hay diferencias: estribos laterales deportivos, rines de aluminio de 19 pulgadas con diseño Sebring y emblema R-Line. En la zaga también se adoptó una defensa deportiva exclusiva para esta versión y se agregaron un par de calaveras LED.
Por dentro está equipada con el enorme techo panorámico que antes era exclusivo de la versión Highline, asientos top-comfort forrados en piel y con ajuste eléctrico en el del conductor. Adicionalmente cuenta con pantalla táctil de 8” con App Connect, Android Auto y Apple CarPlay.
En cuestión mecánica nos encontramos con el ya conocido 4 cilindros 1.4 litros, que genera 150 caballos de fuerza y un torque de 184 lb-pie, como en las versiones de entrada, va unido a una transmisión de doble embrague (DSG) de 6 velocidades.
El nuevo Tiguan R-Line estará disponible únicamente con dos filas de asientos. Para el color de la carrocería se puede seleccionar dentro de una paleta de 8 colores; las vestiduras puede ser en color negro o bitono (negro/naranja).
Fuente: https://bit.ly/3fu30RD